lunes, 12 de noviembre de 2007

Seguro que ha pasado más de una vez
Y a ti más que a nadie…
Son esas mañanas en las que tus ojos despiertan vacíos
Hartos de ver putrefacción a su alrededor
Cansados de soñar en su lecho de hiedra sangrienta
Exhaustos de despertar, en la oscuridad, y ver que lo que estaban soñando,
No está cogido del brazo que comienza a parpadear
- Otro día más soñando –
Ya he caído en los mares del Poeta
Sus redes fueron más rápidas que mi nulo razonamiento.
Como viene siendo… corazón que anhela respirar.
No soy capaz de mirar a ningún lado sin ver tu sombra
La esencia de tu sonrisa en la noche
El olor que desprende, suave aroma de velas en la orilla de los amaneceres muertos
Las palabras que retumban en mis venas
Retorcidos huecos de mi mente enferma a los que tú llegaste,
Empapado, de cientos de noches llorando
Llorando lo que nunca pude comprender
- ¿Quién Eres?-
Te veo en mis sueños, desnudo en lagunas
Silbándole al viento, bebiendo de mi ser
Ese niño tímido y loco, arrojado al vacío de su condena
Tres inviernos de torturas
El Cuarto Acto de mi historia
Nueve círculos de muerte afrodisíaca
Todo para soñar en el único que importa
- El que El Único dejó-
Se abrieron ya las sendas
Se quemaron mis cenizas, por siglos guardadas en ataúdes de vanas esperanzas
El corazón llama al que siempre quiso creer
Al que siempre quiso soñar
Al que creyó sentirse curado por esas palabras infestadas de mugre
-Recuerdos, que vas a sepultar-
Estoy cansado de ver cómo muere mi resurrección
Ahora es tiempo para mi Fe
Ahora es tiempo para honrarle a Mi Dios
Por un sueño que en lágrimas espero
Mojado en la orilla con la noche en mi corazón
Mi soledad se acrecienta entre mares de dudas
El Dolor en el Infierno de las tentaciones – el pecado de los inocentes
Listo para cerrar la puerta del mundo que odio
Y soñar contigo en nuestra orilla
Más allá del horizonte
Para nunca jamás despertar
Mi dulce Sueño Eterno
-Maese Nelynt-

1 comentario:

Ender dijo...

Busca en tu interior el horizonte escondido.
Busca en él el sol del anochecer y deja que te caliente con sus ultimos y eternos rayos.
En todo hombre existen lagunas de amor.
Todo hombre tiene un profundo pozo del que resurgir. Y al que volver en una intermitente regresión.
Lo importante no es el dolor de quemazón en nuestro corazón, si no disfrutar de lo que ello nos aporta.